- Orlando's Newsletter
- Posts
- 4 Errores de inversión que debes evitar para ganar dinero en la bolsa
4 Errores de inversión que debes evitar para ganar dinero en la bolsa
Los errores más comunes al invertir en acciones y cómo aprender de ellos para hacer crecer tu portafolio

Invertir parece sencillo sobre el papel: compras buenas empresas, esperas, y con el tiempo tu dinero crece. La realidad, al menos en mi experiencia, es bastante más complicada. He cometido errores que me han costado oportunidades enormes, tiempo y, por supuesto, dinero.
La buena noticia es que no hace falta que repitas mis tropiezos para aprender. Hoy quiero contarte cuatro errores comunes que pueden arruinar tu portafolio. Son lecciones que me dejaron cicatrices, pero que también me hicieron mejorar como inversionista.
1. Querer adivinar el mercado
Uno de los errores más frecuentes es esperar “el momento perfecto” para entrar. Ves un titular que dice que se acerca una corrección, piensas que los precios caerán, y decides esperar para comprar más barato.
El problema es que ese “esperar un poco” a veces se convierte en perder por completo la subida. Te lo pongo en un ejemplo: imagina que tienes $1,000 listos para invertir en Apple. La acción está en $150, pero lees que “el mercado podría caer pronto”. Decides esperar. Dos meses después, la acción está en $170. Ahora dudas otra vez, y al final nunca entraste. Mientras tanto, tu dinero sigue quieto en la cuenta, perdiendo contra la inflación.
Tratar de anticipar al mercado es como intentar adivinar el clima de aquí a seis meses: puede que aciertes una vez, pero no puedes vivir de eso. Lo que sí puedes evaluar con certeza es la calidad de una empresa, su solidez y su capacidad de generar valor en el tiempo.
Conclusión: preocúpate menos por el “timing” y más por la calidad del negocio. Comprar empresas sólidas y mantenerlas en el tiempo suele superar al intento de adivinar cuándo entrar o salir.
2. Enamorarse del precio de entrada
Otro error muy común es obsesionarse con el precio al que compraste una acción. Imagina que entraste en Microsoft a $200 y hoy está en $350. Tu primer pensamiento es: “carísima, ya no vale la pena”.
El problema es que el mercado no se rige por tu precio de compra. Lo único que importa es si Microsoft sigue siendo una buena inversión a $350 hoy, considerando sus ingresos, márgenes, ventajas competitivas y proyecciones futuras.
Lo mismo pasa al revés. Compras una acción a $50, baja a $25 y te prometes: “no vendo hasta que vuelva a $50”. Ese precio inicial se convierte en una especie de “punto sagrado”, aunque no tenga ninguna relación con la realidad del negocio. Este error me pasó con Alibaba: la acción cayó más de 50% y yo seguía esperando que regresara a mi precio de entrada, ignorando los problemas políticos y regulatorios que la estaban hundiendo.
Conclusión: evalúa siempre como si no tuvieras acciones todavía. Hazte la pregunta: “¿la compraría hoy, a este precio, sabiendo lo que sé?” Si la respuesta es no, tu ancla mental te está jugando en contra.
3. Creer en promesas de crecimiento eterno
Las historias de crecimiento son adictivas. Todos queremos descubrir la próxima Tesla, Amazon o Nvidia. El problema es que la mayoría de las empresas no pueden crecer al 20% anual por mucho tiempo.
Ejemplo: muchas compañías de software aseguran que pueden duplicar ingresos año tras año. Y durante un tiempo lo logran, pero cuando el mercado se satura o los competidores reaccionan, las tasas se desploman. Lo vimos con Zoom: durante la pandemia parecía imparable, pero una vez normalizada la vida, el crecimiento se frenó y la acción perdió gran parte de su valor.
Apostar a que un negocio mantendrá tasas de crecimiento extraordinarias es como confiar en que un atleta corra un maratón sprintando desde el kilómetro uno: puede impresionar al inicio, pero es insostenible.
Conclusión: invierte en empresas que ya sean rentables y tengan fundamentos sólidos hoy. Si el negocio necesita un milagro para justificar su precio, probablemente no sea una buena idea.
4. Buscar solo lo que confirma tu decisión
Este error es muy humano. Compras una acción y, de repente, todo lo que lees lo interpretas a favor de tu decisión. Si sale una noticia positiva, piensas: “lo sabía, tomé la decisión correcta”. Si aparece una negativa, la minimizas o la ignoras.
Ejemplo personal: en su momento invertí en una empresa tecnológica con mucha fe. Cada vez que veía un artículo optimista lo compartía, convencido de que estaba en el camino correcto. Pero cuando empezaron a surgir reportes de caída en la demanda, lo ignoré. El resultado: me aferré demasiado tiempo y la inversión terminó en pérdida.
Ese sesgo de confirmación nos convierte en hinchas de nuestra propia acción, cuando deberíamos ser analistas fríos.
Una técnica que me ha ayudado es obligarme a escribir antes de invertir las razones por las que esa empresa podría fracasar. Si no encuentro al menos tres argumentos sólidos en contra, es que no entiendo bien el negocio.
Conclusión: no busques pruebas de que tenías razón; busca razones que podrían demostrar que estás equivocado. Esa mentalidad te dará una visión más clara y realista.
Recomendaciones prácticas para evitar estos errores
✅ Para no intentar adivinar el mercado:
Define un plan de inversión a largo plazo (ej. 5 o 10 años).
Usa estrategias como el dollar cost averaging (invertir una cantidad fija cada mes) para evitar quedarte paralizado esperando “el mejor momento”.
✅ Para no obsesionarte con tu precio de compra:
Borra de tu mente el precio al que entraste.
Evalúa la empresa con la información actual, no con la nostalgia del pasado.
Haz revisiones periódicas como si fueras un comprador nuevo.
✅ Para no caer en promesas de crecimiento eterno:
Desconfía de empresas que proyectan crecimientos demasiado optimistas.
Revisa la historia de otras compañías en su industria: ¿cuánto tiempo lograron crecer a ritmos altos?
Prefiere negocios que ya sean rentables y generen flujo de caja positivo.
✅ Para no dejarte atrapar por el sesgo de confirmación:
Escribe antes de invertir 3 razones sólidas por las que esa empresa podría fallar.
Lee fuentes que contradigan tu visión para desafiar tu análisis.
Si no puedes argumentar el “lado negativo”, probablemente no entiendes el negocio lo suficiente.
En resumen
Nadie se libra de equivocarse al invertir, pero sí podemos reducir los daños si evitamos estas trampas:
No trates de cronometrar al mercado.
No te aferres a tu precio de compra.
No compres esperando milagros de crecimiento.
No ignores las señales de alerta solo por querer tener razón.
Invertir no es cuestión de perfección, sino de evitar repetir errores costosos. Cada tropiezo puede convertirse en aprendizaje si lo usas bien.
¿Listo para convertir tus sueños de inversión en realidad? ¡Vamos a hacer realidad esos objetivos financieros juntos! 💰🌟 Suscribete
Articulos relacionados:
Donativos:
¡Tu donativo es crucial para el crecimiento continuo de este blog! Tu apoyo nos permite expandirnos y ofrecerte más contenido de calidad. ¡Gracias por contribuir a hacer esto posible, haciendo clic aquí!
🌟 ¿Disfrutaste este artículo? 🌟
¡No te pierdas más conocimientos valiosos, contenido exclusivo y consejos útiles directamente en tu correo! Únete a nuestra creciente comunidad de suscriptores y mantente a la vanguardia.
¡Gracias por leer y ser parte de nuestro viaje!
Saludos cordiales,
Ing. Orlando Narvaez
P.D. ¡Comparte el conocimiento! Siéntete libre de reenviar este artículo a amigos, colegas y cualquier persona que esté ávida de información y deseosa de aprender. 🚀



Reply